Fuente: islamenlinea
El Islam proclama monoteísmo puro y absoluto. Esto significa que no hay nadie digno de adoración y alabanza, excepto Dios.
Los Profetas y Mensajeros fueron enviados a la humanidad con el propósito de guiar o dirigir al hombre hacia la obediencia y adoración de Dios. Islam reconoce y acepta a todos los Profetas enviados por Dios, desde Adán, incluyendo a Moisés, Jacob, Abraham, Jesús, etc, hasta Muhammad que es el último y el sello de los Profetas. (La paz de Dios sea sobre todos ellos).
Todos los profetas enseñaron el mismo mensaje básico de la Unicidad Absoluta de Dios, y de sumisión a Su Voluntad. El Islam ordena la fe en un solo Dios y la sumisión a su soberanía, lo cual hace que el hombre conozca el significado del Universo y el lugar que ocupa en él. Esta fe libra al hombre de todos los miedos y supersticiones, haciéndolo consciente de la Omnipresencia del Señor, el Dios Todopoderoso, y sus obligaciones para con El.
Cada persona será responsable por sus propias obras y acciones delante de Dios en el Día del Juicio. Es la creencia en Dios y Sus enviados, y la sumisión sincera a los mandamientos de Dios lo que conducirá al individuo a alcanzar la Misericordia y Gracia de Dios, y lo llevará al Paraíso. Por lo tanto, Islam rechaza la idea del pecado original y sacrificio redentor. Cada persona nace pura y libre de pecado. Es cuando el individuo alcanza la edad de la pubertad, que sus actos y obras empiezan a escribirse. El mensaje del Islam es Universal. Es el mismo mensaje proclamado por todos los profetas de Dios. El sello (o final) de la cadena de profetas ha sido marcado con la venida del Profeta Muhammad (la Paz de Dios sea sobre el).
A diferencia del resto de los profetas, Muhammad ha sido enviado a toda la humanidad.
El mensaje del Islam es para toda la gente. No establece diferencias basadas en el color de piel, riquezas, posición social, o lugar de nacimiento. Dios nos dice en el Corán que la persona más honorable ante los ojos de Dios es la que es mas recta y tiene más temor de Dios.
Islam también pone prohibiciones sobre ciertas cosas, incluyendo el alcohol y drogas, adulterio y fornicación, juegos de apuestas, mentir, injusticia, etc. Las obligaciones y prohibiciones en el Islam sirven dos mayores propósitos. Primero, para probar a la gente para ver si son sinceros en su dedicación a Dios. Segundo, para ayudar al individuo a obtener el carácter moral y ético más alto.
Una de las características mayores del Islam es que reconoce el arrepentimiento. El arrepentimiento es entre el individuo y Dios solamente. El individuo no es perfecto y es propenso a cometer errores y pecados, pero mientras que el individuo se arrepienta sinceramente y el arrepentimiento sea aceptable a Dios, Dios le perdonará. Una condición del arrepentimiento es que el individuo haga lo posible por evitar el mismo pecado en el futuro.
El Islam rechaza caracterizar a Dios en cualquier forma humana. Dios creó a todos los hombres iguales; pero ellos pueden distinguirse y ganar Su favor únicamente a través de la virtud y la piedad. El concepto de que Dios descansó en el séptimo día de la creación, que Dios luchó con uno de Sus siervos, que Dios es un conspirador envidioso en contra de la humanidad, o que Dios se ha encarnado en un cuerpo humano, es considerado como blasfemia desde el punto de vista islámico. Dios es Exaltado, y es lejos de imperfecciones. Dios nunca se agota; no siente sueño ni cansancio.
Dios no es Jesús, y Jesús no es Dios. Jesús mismo ha rechazado esto. Dios nos dice en el Corán:
«Realmente han caído en incredulidad quienes dicen: 'Dios es el Ungido, Jesús hijo de María,' cuando fue Jesús quién dijo a los hijos de Israel: '¡Adorad a Dios, mi Señor y Señor vuestro!» (El Corán 5:74).
Los musulmanes creen en un, Único e Incomparable Dios, que no tiene hijo ni socio, y que Él es el único que posee el derecho de ser adorado. Él es el Dios verdadero y cualquier otra deidad es falsa. Él tiene los más magníficos Nombres, sublimes y perfectos Atributos. Nadie comparte su Divinidad, ni sus Atributos. En el Corán Dios se describe a sí Mismo:
«Di: Él es Dios, Uno. Dios, el Señor Absoluto. (A quien todos se dirigen en sus necesidades) No ha engendrado ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se le parezca.» (Corán, 112:1-4)
Nadie tiene el derecho de ser invocado, suplicado, que le sea rezado o le sea demostrado cualquier acto de adoración, sino Dios solamente. Únicamente Dios es el Todopoderoso, el Creador, el Soberano y Señor de todo lo que hay en el Universo. Él se encarga de todos los asuntos. No necesita ni depende de sus criaturas, y todas sus criaturas dependen de Él. Él es el Omnioyente, el Omnividente. En una forma perfecta, su conocimiento engloba a todas las cosas las evidentes y las secretas, lo público y lo privado.
Él conoce lo que pasó, lo que pasará y cómo pasará. Nada ocurre en el universo si no es porque Él quiere. Lo que desea es y lo que no desea no es, y nunca será. Su deseo está por encima del deseo de todas sus criaturas. Tiene poder por sobre todas las cosas, y es capaz de hacer todo lo que desea. Es el Graciabilísimo, el Misericordioso, y el Más Benévolo. En uno de los dichos del Profeta Muhammad nos es dicho que Dios es más misericordioso con sus criaturas de lo que una madre lo es con su hijo.
Dios está exento de la injusticia y la tiranía. Es el más sabio en todas sus acciones y decretos. Si alguien quiere pedirle a Dios algo debe pedírselo sólo a Él, sin pedirle a alguien más que interceda por él. No existen intermediarios entre Dios y aquellos que buscan Su ayuda.
La palabra árabe « Allah » significa Dios (el Dios Uno y Único que creó todo el Universo). Esta palabra « Allah » es el nombre para Dios, utilizado por las personas que hablan árabe, tanto cristianos, como musulmanes. Esta palabra, la cual no tiene forma femenina ni plural, no puede ser utilizada para designar algo que no sea el Único Dios verdadero.
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