El dirigente durante 23 años cede a las protestas y huye a Arabia Saudí. El primer ministro tunecino, Mohammed Ghannouchi, asume el poder hasta que haya elecciones
Cercado por una protesta popular que ya no creía en sus promesas, el dictador tunecino, Zine el-Abidine Ben Alí, huyó ayer del país tras 23 años de poder ininterrumpido y aterrizó esta madrugada en la ciudad saudí de Jeddah. Cae con él uno de los regímenes laicos hasta hace poco más estables del mundo árabe. Y se abre un periodo de incertidumbre no solo para la ex colonia francesa sino también para todo el Magreb, donde otros regímenes autoritarios conocen revueltas y una situación de latente estallido social muy similares.
Bouazizi ha fallecido pero dejo detrás de el un pueblo libre, un pueblo que por fin ha conseguido echar al ex presidente Dictador camuflado Ben Ali del poder .
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