Fuente: POR CLYDE HABERMAN- The New York Times
En la Edad Media, el islam mantuvo viva la ciencia. Una muestra expone antiguos adelantos en medicina, óptica, matemáticas, astronomía, educación, bibliotecología, higiene personal y hasta rudimentos de aviación.
Ha pasado mucho tiempo desde que alguien pensó el mundo musulmán en general, para no hablar del mundo árabe en particular, como usina de la ciencia. Mi intención no es ser irrespetuoso, pero los militantes que idean formas de equipar a terroristas suicidas no son precisamente mi idea de la ciencia.
El hecho, sin embargo, es que algunos de los mejores científicos y académicos de la historia salieron de sociedades de mayoría musulmana, desde España hasta China y en un largo período que comenzó en el siglo VII. Ese es el tema de una nueva exposición que puede verse en el Hall of Science de Nueva York, en Flushing Meadows-Corona Park, Queens.
La muestra, llamada "Mil y una invenciones" en clara referencia a "Las mil y una noches", llegó a Nueva York luego de exitosas presentaciones en Londres y Estambul. Se exponen antiguos adelantos de pensadores islámicos en medicina, óptica, matemáticas, astronomía, educación, bibliotecología, higiene personal y hasta rudimentos de aviación.
Sin embargo, a menos que hayamos pasado los últimos diez años en Neptuno o aun más lejos, sabemos que la imagen de los musulmanes ha cambiado en Occidente. Nueva York, que sufrió el acto más devastador del terrorismo de inspiración islámica, no es una excepción. La indignación que generó el proyecto de crear un centro cultural islámico cerca de la ground zero, es un claro ejemplo de las emociones con inequívocos signos de islamofobia que saturan las discusiones sobre qué construir en el Lower Manhattan.
El hecho, sin embargo, es que algunos de los mejores científicos y académicos de la historia salieron de sociedades de mayoría musulmana, desde España hasta China y en un largo período que comenzó en el siglo VII. Ese es el tema de una nueva exposición que puede verse en el Hall of Science de Nueva York, en Flushing Meadows-Corona Park, Queens.
La muestra, llamada "Mil y una invenciones" en clara referencia a "Las mil y una noches", llegó a Nueva York luego de exitosas presentaciones en Londres y Estambul. Se exponen antiguos adelantos de pensadores islámicos en medicina, óptica, matemáticas, astronomía, educación, bibliotecología, higiene personal y hasta rudimentos de aviación.
Sin embargo, a menos que hayamos pasado los últimos diez años en Neptuno o aun más lejos, sabemos que la imagen de los musulmanes ha cambiado en Occidente. Nueva York, que sufrió el acto más devastador del terrorismo de inspiración islámica, no es una excepción. La indignación que generó el proyecto de crear un centro cultural islámico cerca de la ground zero, es un claro ejemplo de las emociones con inequívocos signos de islamofobia que saturan las discusiones sobre qué construir en el Lower Manhattan.
Pero Margaret Honey, presidenta y CEO del Hall, dijo que el 11 de septiembre no había influido en la decisión de realizar una exposición sobre un período alentador de la historia islámica.
Algo similar declaró el creador de la muestra, Salim T. S. al-Hassani, un profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Manchester, Gran Bretaña. "Empezamos mucho antes de todo eso, hace casi veinte años", señaló por teléfono desde Manchester.
De todos modos, es imposible obviar la dura realidad. "No podemos aislarnos del entorno sociopolítico", admitió el profesor Hassani.
Honey, por otra parte, dijo que "un cambio de perspectiva puede resultarnos beneficioso." En su mayor parte, la muestra es más científica que abiertamente política. Hay una parte electrónica que apunta a un público joven, así como un cortometraje que protagoniza Ben Kingsley, cuya actuación hace pensar más en Dumbledore, de "Harry Potter", que en Gandhi.
La muestra, que puede verse hasta el 24 de abril, comprende innovaciones en cirugía de alrededor del año 1.000 de la era cristiana del médico árabe al-Zaharawi; la fundación de una universidad en el siglo IX por parte de una mujer, Fatima al-Fihri; un intento de vuelo con un par de alas de un pensador del siglo IX, Abbas Ibn Fimas, además de presentaciones sobre la visión de Ibn al-Haytham, un erudito del siglo X.
En Occidente, esos siglos se consideran parte de la Edad Media.
El profesor Hassani señaló que se llevó a la gente a pensar que hubo un largo período vacío luego de los días de apogeo de Grecia y Roma.
Después, el Renacimiento surgió de la nada. Esa idea "desafía la lógica", afirmó el profesor.
La Edad Media no fue una etapa de oscuridad, dijo. Los descubrimientos que hicieron las sociedades islámicas proporcionaron "continuidad y fluidez al desarrollo de las ideas en la humanidad." Cómo fue que esa creatividad se agotó, o cómo podría restablecérsela, son cosas que esta exposición no explora.
Algo similar declaró el creador de la muestra, Salim T. S. al-Hassani, un profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Manchester, Gran Bretaña. "Empezamos mucho antes de todo eso, hace casi veinte años", señaló por teléfono desde Manchester.
De todos modos, es imposible obviar la dura realidad. "No podemos aislarnos del entorno sociopolítico", admitió el profesor Hassani.
Honey, por otra parte, dijo que "un cambio de perspectiva puede resultarnos beneficioso." En su mayor parte, la muestra es más científica que abiertamente política. Hay una parte electrónica que apunta a un público joven, así como un cortometraje que protagoniza Ben Kingsley, cuya actuación hace pensar más en Dumbledore, de "Harry Potter", que en Gandhi.
La muestra, que puede verse hasta el 24 de abril, comprende innovaciones en cirugía de alrededor del año 1.000 de la era cristiana del médico árabe al-Zaharawi; la fundación de una universidad en el siglo IX por parte de una mujer, Fatima al-Fihri; un intento de vuelo con un par de alas de un pensador del siglo IX, Abbas Ibn Fimas, además de presentaciones sobre la visión de Ibn al-Haytham, un erudito del siglo X.
En Occidente, esos siglos se consideran parte de la Edad Media.
El profesor Hassani señaló que se llevó a la gente a pensar que hubo un largo período vacío luego de los días de apogeo de Grecia y Roma.
Después, el Renacimiento surgió de la nada. Esa idea "desafía la lógica", afirmó el profesor.
La Edad Media no fue una etapa de oscuridad, dijo. Los descubrimientos que hicieron las sociedades islámicas proporcionaron "continuidad y fluidez al desarrollo de las ideas en la humanidad." Cómo fue que esa creatividad se agotó, o cómo podría restablecérsela, son cosas que esta exposición no explora.
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