Autoridades de Israel consideraron ayer inminente la aprobación de un plan para construir mil 400 nuevas viviendas en Jerusalén Este, una política de colonización criticada por la comunidad internacional y denunciada por líderes palestinos.
Reportes de la emisora radial del Ejército sionista citaron a funcionarios de esta municipalidad que confirmaron la existencia del proyecto habitacional, actualmente en trámite, pero que pudiera recibir el visto bueno la próxima semana.
Un portavoz de la municipalidad alegó que "siguen avanzando las construcciones para árabes y judíos por igual, de acuerdo con el plan maestro", y justificó las edificaciones como "necesarias para el desarrollo de la ciudad".
Sin embargo, la aprobación por del Comité de Planificación Urbana favorecería la edificación de mil 400 casas en el asentamiento de Gilo, en la zona sureste, lo que provocó irritación entre los palestinos que denunciaron la "política de judaización (sic)".
El jefe negociador de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Saeb Erakat, dijo condenar "firmemente" lo que valoró como "continuación de la escalada israelí en la colonización para imponer hechos consumados en la zona" anexada tras la ocupación en 1967.
Para Erakat, "esto confirma nuestra posición de que el Gobierno israelí eligió a los asentamientos antes que a la paz", por lo que insistió en que Washington, el principal aliado de Tel Aviv, apoye una iniciativa palestina ante la ONU para condenar la colonización.
"Es hora de que la administración del presidente estadounidense, Barack Obama, responsabilice formalmente al Gobierno israelí del descalabro del proceso de paz", estancado desde septiembre a causa de la ampliación de los asentamientos en Cisjordania.
Organizaciones no gubernamentales y partidos políticos de izquierda de Israel se pronunciaron contra el proyecto y expresaron su preocupación por las nuevas construcciones que, como es habitual, beneficiarán a israelíes de credo radical e ideología sionista.
La negativa del primer ministro Benjamin Netanyahu a congelar las construcciones en los asentamientos de Cisjordania hizo abortar una iniciativa de diálogo directo palestino-israelí lanzada en Washington en septiembre del año pasado.
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