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miércoles, 16 de febrero de 2011

para el hermano clérigo saudí Abdul Aziz al-Sheikh, gran mufti de Arabia Saudí

Hay cientos de versículos en el Sagrado Corán instando a los musulmanes a resistir y oponerse a la opresión
Se ha informado de que el gran muftí de Arabia Saudí, el jeque Abdul Aziz al-Sheikh, condenó la revolución en curso contra el régimen tiránico del presidente egipcio Hosni Mubarak.
Según información procedente de Riad, el jeque condenó las protestas contra el régimen en todos los países árabes, llamando a las manifestaciones "actos caóticos" llevados a cabo por los enemigos del Islam con el fin de "dividir" el mundo musulmán. 
El gobierno saudí prohíbe todo tipo de manifestaciones, que los clérigos puritanos respaldados por el gobierno consideran una forma de herejía incompatible con el Islam.
No hay duda de que el edicto del jeque saudí, que por cierto no consituye una novedad, refleja una mentalidad primitiva y la incapacidad de comprender el verdadero espíritu del Islam.
El jeque justifica su opinión ignorante con el argumento de que el levantamiento contra un déspota opresor causaría "fitna", que significa división o tumulto o confusión.
Sin embargo, parece que no se le ocurre al jeque, el cual parece estar viviendo en la Edad Media, no en el siglo XXI, que la fitna de vivir bajo la tiranía y sucumbir a la opresión organizada por déspotas brutales supera con creces la fitna que pudiera derivarse de levantarse contra la autoridad opresora.
Tomemos como ejemplo Túnez. El ex dictador tunecino Zeinul Abedeen ben Ali, al cual se ha dado asilo en la tierra del Profeta Muhammad (saws), trató frenéticamente de desalentar a la gente de la observancia del Islam. Ha encarcelado y torturado a miles de activistas musulmanes por sólo frecuentar las mezquitas. Instruyó a su aparato policial represivo para perseguir a toda persona religiosa y luchar contra toda forma de religiosidad.
En efecto, con el fin de poder tener acceso a la mezquita sin obstáculos, especialmente durante las oraciones del amanecer, había que obtener un permiso especial de la policía.
Mujeres, jóvenes y viejas, que se pusieron un pañuelo en la cabeza (no estoy hablando sobre el velo completo o niqab que es común en Arabia Saudita o Irán), eran increpadas en las calles y la policía les quitaban sus turbantes. Cualquier oposición a esta humillación conducía al objetor a la cárcel inmediatamente. En resumen, el régimen hizo todo lo posible para que la gente dejase de practicar su propia fe.
Por cierto, Arabia Saudita, que afirma (falsamente, por supuesto) seguir el Islam literalmente, mantuvo buenas relaciones, incluso cordiales, con el régimen de matones del presidente Zineulabedeen ben Ali.
Y ahora este llamado Mufti nos está diciendo que no debemos resistir a esta política de lucha contra el Islam, e incluso se queja contra los que se manifestaron en contra, por miedo a la fitna.
Bueno, este tipo de sumiso y servil Islam es lo que permitió que la decadente dinastía saudita esclavizase y saquease un país enorme, que podría haberse convertido en la nación más rica del mundo, gracias a los enormes ingresos del petróleo.
Esto es lo que hizo que un monarca esencialmente analfabeto y casi senil, que ni siquiera puede escribir o leer su propio nombre, condujese el timón del país en el cual el glorioso mensaje del Islam fue revelado a la humanidad a través del Profeta Muhammad (saws), el cual dijo: "La mayor forma de yihad es decir una sola palabra de verdad frente a un rey opresor."
Huelga decir que este pseudo-Islam, que está siendo promovido por el jeque saudí, que teme decirle a los opresores "eres opresor" por temor a la fitna, es lo que hace que los corruptos gobiernen con mano de hierro la tierra del Islam en La Meca y en Medina y cedan la soberanía musulmana a los Estados Unidos en bandeja de plata. Simplemente tienen un pueblo avergonzado al cual se le dice que es haram el criticar a gobernantes decadentes opresores, y mucho más manifestarse en contra de ellos. Es muy parecido a la gente del Faraón que, como el Corán dice a su pueblo al infierno porque se negaron a levantarse contra él.
Así, uno se pregunta ¿qué clase de Corán este mufti ignorante está leyendo? Hay cientos de versículos en el Sagrado Corán instando a los musulmanes a resistir y oponerse a la opresión, ¿por qué el mufti pasa por alto todas estas aleyas? ¿No está con esto desagradando al Todopoderoso, a fin de complacer a la decadente familia Saudí?
¿No urgió el profeta (saws), en el siguiente hadiz auténtico, a los musulmanes a resistir al mal?: "Quien de vosotros ve algo malo, debería tratar de cambiarlo, primero con la mano, en segundo lugar con su lengua, y finalmente, si no puede, debe denunciarlo en su corazón, lo que representa lo más débil de la fe".
En otro hadiz, el Profeta dijo: "Si mi Umma teme decirle a los opresores que son opresores, está acabada."
Yo le preguntaría más cosas a este jeque.
¿Qué deben hacer los musulmanes cuando ven que sus gobernantes se convierten en siervos de Israel y en herramientas de sus propios enemigos, mientras saquean miles de millones de dólares de las arcas de su pueblo?
¿Se supone que deben sentarse en sus cómodos sofás y ver como los tiranos atentan contra la dignidad de las personas, usurpan los derechos de las personas y arruinan la riqueza de la gente, a la espera de la llegada del Día del Juicio?
Una tradición profética afirma que existen dos categorías de personas que si no se desvíen del camino correcto, la umma estará bien, pero si se corrompen, toda la umma se corromperá. Le preguntaron "¿quiénes son, Oh Mensajero de Al-lâh?".Dijo que "los ulemas (sabios) y los gobernantes". 
Insto a esta mufti equivocado para que vuelva a la verdadera religión y no preste atención a los palitos de zanahoria de la Casa de Saud. No le ayudarán en el día en que ni la familia ni la riqueza sirva de ayuda, excepto el aparecer delante de Dios con un corazón puro.
Traducido del inglés por Webislam

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