El presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, afirmó el jueves que el "multiculturalismo es un fracaso" pues "en nuestras democracias no hemos ocupado demasiado de la identidad del que llegaba y no bastante de la identidad del país que recibía".
"Hay que respetar las diferencias de cada uno pero no queremos una sociedad donde las comunidades coexisten (...). Si se viene a Francia, se acepta fundirse en una sola comunidad que es la comunidad nacional y si no se acepta eso no se puede ser bienvenido en Francia", sostuvo Sarkozy durante un programa de televisión en el que respondió a preguntas de nueve franceses pero también a otras planteadas por internet.
El jefe de Estado dijo que países como Inglaterra o Estados Unidos que impulsaron una política multiculturalista, "reforzaron los extremismos".
"No queremos eso", sostuvo Sarkozy que dijo coincidir con la posición que defienden el primer ministro británico David Cameron y la canciller alemana Angela Merkel.
Sarkozy reconoció que obviamente esto plantea el asunto "del islam y de nuestros compatriotas musulmanes".
"Nuestros compatriotas musulmanes deben poder vivir y practicar su religión como cualquier compatriota, judío, protestante o católico pero sólo puede tratarse de un islam de Francia y no de un islam en Francia", agregó antes de reiterar que "en Francia no queremos mujeres que usen el velo integral" o personas que "recen de forma ostentatoria en las calles".
"Es normal que haya lugares de culto", dijo Sarkozy antes de reiterar que Francia "es un país laico que no quiere un proselitismo religioso agresivo".
El mandatario francés aclaró no obstante que "hablar de inmigración cero no tiene sentido".
Francia alberga a la mayor comunidad musulmana de Europa que cuenta con unas seis millones de personas.
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