Varios países latinoamericanos advirtieron hoy a Naciones Unidas sobre el  peligro de una intervención militar extranjera en Libia y llamaron a respetar el  principio de no injerencia e integridad territorial.
La señal de alerta fue lanzada ante la Asamblea General por los  representantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia tras la  aprobación de una resolución que suspendió a Libia como miembro de la Comisión  de Derechos Humanos de la ONU.
El primer aviso provino del representante permanente de  Venezuela, Jorge Valero, quien llamó a detener los planes de invasión que  persiguen apropiarse del inmenso potencial de recursos naturales y riquezas  energéticas del país árabe.
El pueblo libio debe definir su propio destino, sin  interferencias foráneas, subrayó el diplomático al subrayar que es la hora de la  diplomacia para la paz, no para la guerra y que "la ONU está para fomentar la  paz y el entendimiento y no la lógica de la guerra".
Por su parte, el embajador de Cuba, Pedro Núñez Mosquera, apuntó  contra declaraciones de Estados Unidos y de la Unión Europea sobre la  posibilidad de acciones militares contra Libia.
En ese sentido, se refirió a los reportes de prensa acerca del  desplazamiento de fuerzas y medios de combate hacia la zona y clamó por una  solución pacífica y soberana del conflicto por parte del pueblo libio, sin  injerencia ni intervención extranjera.
Asimismo, preguntó si la Asamblea General sería capaz suspender a  "un Estado poderoso responsable de la muerte de miles civiles inocentes en sus  aventuras de conquista y de la desaparición, tortura y ejecución extrajudicial  de seres humanos confinados en campos de concentración secretos".
Más tarde, la embajadora de Nicaragua, María Rubiales, abogó por  una solución pacifica en Libia, "de manera soberana, sin injerencias, ni dobles  raseros ni intervenciones militares extranjeras de ningún tipo y sin  justificación".
La diplomática criticó la existencia de una arremetida mediática  contra Libia, con noticias contradictorias, infladas y utilizadas al antojo de  los centros de poder de las grandes potencias.
"No hacen más que incitar a la violencia y tratar de justificar  una intervención militar extranjera que solo provocará un mayor derramamiento de  sangre y un caos que abrirá las puertas a quienes quieren apoderarse de los  recursos petroleros libios, dijo.
En tanto, el representante permanente de Ecuador, Francisco  Carrión Mena, insistió en el apego irrestricto de su país a la condena contra la  injerencia en los asuntos internos, sin exclusiones.
Puntualizó que Ecuador rechaza una eventual intervención militar  en Libia y aclaró que la resolución adoptada por la Asamblea General "se refiere  solo a los derechos humanos y no puede ser utilizada con otro propósito".
Igualmente, el jefe de la misión de Bolivia ante la ONU, Pablo  Solón, sostuvo que el consenso expresado este martes "no puede ser utilizado  para promover una intervención militar".
Libia debe encontrar la paz en el marco del más amplio respeto a  su soberanía e integridad territorial, preservando los derechos humanos de toda  la población, subrayó.
También alertó contra cualquier intento de injerencia para  controlar los recursos naturales y petrolíferos de Libia y opinó que "no hay  nada peor que aprovecharse del dolor humano para fines geopolíticos".
Solón advirtió además sobre el peligro de utilizar el mecanismo  de la suspensión de membresía "para aplicarlo de manera selectiva contra países  que tienen orientación diferente a las potencias dominantes".
Fuente: Prensa Latina

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