Siria: Decepción tras el discurso del Presidente

Mientras la atención internacional se centra en Libia, la revuelta popular en Siria ha causado ya la dimisión de su gobierno y ha movido a su presidente, Bashar al Assad, a hablar ante el Parlamento. Sin embargo, el esperado anuncio de reformas no se ha producido.
El presidente sirio Bashar al Assad gobierna su país desde julio del 2000, año en que heredó el poder de manos de su padre, Hafez el Assad, quien lo dirigió con mano férrea desde 1970. Este miércoles, acosado por las protestas populares que se viven en las calles sirias desde el pasado 15 de marzo, al Asad comparece ante el Parlamento, en un discurso en el que se esperaba el anuncio de una serie de reformas para acallar la revuelta pero que se ha centrado en acusar a fuerzas extranjeras de "conspirar" contra el país.
Las manifestaciones callejeras en Siria se suceden desde hace dos semanas y no tienen visos de llegar a su fin, a pesar de la represión que están aplicando las fuerzas de seguridad. Los principales focos de las protestas están en la capital, Damasco, y en Deraa, una ciudad al sur del país, cerca de la frontera con Jordania. Los ciudadanos exigen más apertura al gobierno sirio, el fin de la ley de Emergencia, en vigor desde 1963, reformas políticas y económicas y, en suma, la democratización del país.
Por su parte, al Assad ha movilizado a sus partidarios y ha convocado manifestaciones de apoyo al gobierno en Damasco y otros lugares del país. Para demostrar que el caso sirio no se puede comparar con lo sucedido en Túnez o en Egipto, países en los que sus mandatarios han sido derrocados por la presión popular en enero y febrero respectivamente, el gobierno sirio ha movilizado a centenares de miles de personas para que se manifiesten a favor de Bashar al Assad.
Ley de Emergencia
En su primera intervención pública desde el inicio de la crisis, el presidente al Assad ha presentado la lucha contra la corrupción y el desempleo como las prioridades del nuevo gobierno. Según la organización no gubernamental Transparencia Internacional, Siria califica como país "muy corrupto".
Se esperaba que la decisión más importante de al Assad fuera la derogación del estado de emergencia, que se instauró en el país con la llegada al poder del oficialista partido Baaz tras un golpe de Estado, pero el anuncio no se ha producido. Las actuales leyes de emergencia otorgan a las fuerzas de seguridad carta blanca para detener e interrogar a cualquier persona sospechosa de atentar contra la seguridad nacional, controlar las comunicaciones privadas y aplicar la censura sobre los medios de comunicación.
El líder de la oposición siria, Maamoun al Hosmi, exiliado en Canadá, considera que el levantamiento del estado de emergencia no será efectivo y teme que el presidente al Assad lo sustituya por una ley antiterrorista que daría el mismo margen de acción a las fuerzas policiales. En esta misma línea se han expresado algunos analistas, que opinan que la abolición de la ley de emergencia solo tendrá un alcance simbólico si no se acompaña de otras reformas necesarias.
El mandatario sirio ha asegurado que su país enfrenta una conspiración fomentada desde el extranjero.
Dimisión del gobierno
La reacción del presidente sirio se ha visto acelerada tras la dimisión del gobierno en pleno este martes. Al Assad encargará la formación del nuevo gabinete al mismo primer ministro, Mohamed Naji Otri, nombrado en el 2003.
Con el fin de tener las manos libres para maniobrar, el mandatario sirio aceptó "la dimisión del gobierno de Mohamed Naji Otri y le pidió ocuparse de los asuntos corrientes". Siria está regida por un sistema presidencial y el gobierno aplica las decisiones del jefe del Estado. La composición del nuevo gabinete debe conocerse antes de que termine la semana.

Fuente: Rnw