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viernes, 15 de abril de 2011

El juicio contra Wilders se reabre como un culebrón


El juicio por incitación al odio contra el político anti-islam holandés Geert Wilders es, según su abogado, el juicio del siglo. En realidad, se ve como un culebrón mediocre.
Más que un debate elevado sobre los límites de la libertad de expresión, el foco se ha centrado en una cena privada y alegatos de influencias a testigos. En la cena estaban, entre otros, un juez que ayudó a redactar la decisión en la que constaba que se debían levantar cargos contra Wilders y un experto en el Islam que tenía que testificar en defensa de las posiciones extremas de Wilders frente al Islam.
Fue esta reunion y sus ramificaciones las que llevaron a la impugnación del primer panel de jueces del proceso contra Wilders y obligaron a que se comenzara de nuevo con nuevos magistrados.

Cargos contra Geert Wilders
1. Ofensas intencionales contra el Islam
2. Incitación al odio contra musulmanes
3. Incitación a la discriminación contra musulmanes
4. Incitación al odio contra inmigrantes no occidentales

Algunas declaraciones de WIlders que constan en la acusación
“Hay que prohibir este libro miserable igual como se prohibió ‘Mein Kampf’ de Hitler”
“Tenemos que detener el tsunami de la islamización”
“El Islam es una religion violenta”
“Si se quitan todos los versículos vengativos del Corán, quedaría del tamaño de una historieta de Donald Duck”

El juicio contra Geert Wilders comenzó el 20 de enero de 2010. El proceso podría completarse en verano de 2011.
Hasta ahora, todo bien, se podría pensar. El juicio comienza de nuevo partiendo de la base inicial de los cargos de incitación al odio y ofensas contra una minoría, los musulmanes. Después de todo, estos son temas explosivos que han venido acaparando el debate político holandés.
Pero en realidad no es así. Wilders ya dijo que el juicio es un intento político de acallarlo, comparando el procedimiento con los que se celebran en Corea del Norte. Además considera que los cargos de que el juez Tom Schalken tuvo contactos indebidos con un testigo prueban su teoría de que el sistema legal holandés está prejuiciado en su contra.
Actitud poco profesional
En el tribunal, el miércoles, Wilders pudo manifestar este argumento directamente el juez Schalken. Dijo que, al asistir a la cena, el juez Schalken "demostró palmariamente que actuó de forma poco profesional, vergonzosa, y por debajo de cualquier estándar de decencia, y que con eso causó un enorme daño al sistema judicial de Holanda."

Wilders ya ha presentado una acusación contra Schalken y la Corte ha comenzado a escuchar testimonios de no menos de tres de los asistentes a la cena. Wilders y su abogado, Bram Moszkowicz intentan demostrar que todo el proceso ha sido contaminado y solicitarán una vez más que el caso sea sobreseído.
Pero antes de tomar una medida tan concluyente, el tribunal ha tenido que escuchar hasta el último detalle sobre la cena del 3 de mayo de 2010. Desde quién estaba, hasta cuántas botellas de vino se consumieron, hasta cuándo se fue cada uno. Y, hasta el momento, han surgido dos historias muy diferentes sobre lo que ocurrió esa tarde.
Influencias
El experto en Islam, Hans Jansen, testificó que le pareció que el juez Schalken efectivamente estaba tratando de influenciarlo durante la reunión. Dijo que se sintió intimidado, acorralado, y que tuvo temor de decir lo que realmente pensaba. Al mismo tiempo, Jansen tuvo la impresión que Shalken estaba en busca de notoriedad por lo que estaba haciendo.

“Él quería de mí, en calidad de colega profesor universitario –ambos somos profesores universitarios, los dos destacados en nuestras especialidades-, él quería tener mi aprobación para su enorme prestación intelectual. Fue realmente lamentable.”
Por su parte, el juez Schalken sostuvo que fue a la cena sin la intención de influenciar al profesor Jansen, y no participó demasiado en la conversación esa tarde. Schalken también defendió su derecho a discutir temas referentes al juicio de Wilders en privado, aún cuando fue él quien colaboró para que el proceso tuviera lugar.
“Después de una decisión judicial pública, que apareció en internet, que todo el mundo pudo leer, que se llevó a cabo hace un año y medio, no se puede exigir que uno se aísle de la sociedad debido a que alguna vez tomó parte en la decisión."
Acercarse a la verdad
El antiguo colaborador de Radio Nederland, experto en Medio Oriente, Bertus Hendrix, fue el anfitrión de la ahora famosa cena y prestará declaración ante el juez el viernes. Su testimonio podría mostrar cuál de las versiones de los dos asistentes a la reunión se acerca más a la verdad. Los jueces dispondrán de dos semanas para tomar una decisión y sólo entonces se verá si el juicio se podrá reanudar normalmente.

Fuente: RNW

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